Hoy 21 de junio se celebra el día del yoga, las personas que practican esto se les denominan yoguis y el día de hoy realizan varios saludos al sol para celebrar. Además de aprovechar que en este mismo día ocurrió el solsticio de verano, momento en el cual el sol alcanza su máximo esplendor y para muchas culturas esto significa la energía cíclica del universo.
Cada vez más personas se están uniendo a esta disciplina porque no sólo son posturas o ejercicios, detrás de esto se encuentra una milenaria filosofía. Según algunos arqueólogos se han encontrado vestigios en el valle del Indo, sobre los rastros más antiguos del yoga que se remontan a hace unos 5500 años, respecto a nuestra época; en la Bhagavad-gita, a veces llamada la “Biblia” del hinduismo, se encuentran capítulos enteros y múltiples referencias al yoga.
Los objetivos del yoga son el control de las alteraciones mentales, la reducción de los sufrimientos, el desarrollo de la espiritualidad y la capacidad de discernir entre lo bueno y lo malo.
Entre los beneficios del yoga se encuentra lo físicos, al fortalecer el cuerpo con cada postura ayudando a fortalecer cada parte, incrementa la resistencia, mantiene un cuerpo joven a través de la flexibilidad, mejora la postura mientras el tono y la flexibilidad se equilibran, se establece una postura erguida y sin esfuerzo, da energía y sobre todo da un estado de bienestar cuando la mente y el cuerpo están equilibrados
En cuestión de los beneficios mentales la penetración de las posturas de yoga profundiza y extiende la concentración, la memoria y la atención, proporciona una estabilidad mental mientras el contacto con el yo interno da perspectiva sobre la vida y aísla la mente de las alteraciones, genera un estado permanente de paz y tranquilidad y desarrolla las habilidades necesarias para comprender el funcionamiento de la mente a través de la observación de la actividad del propio cuerpo y de la respiración.
Y por último se encuentran los beneficios espirituales que consisten en una práctica persistente para desarrolla el conocimiento que florece como sabiduría, la equanimidad y la sabiduría conducen a la experiencia de libertad en la vida diaria, la exploración regular y la conexión de las capas mentales, espirituales, físicas y emocionales conducen a un estado íntegro de armonía y lo más importante proporciona calma para afrontar los problemas.