El síndrome de intestino irritable o síndrome de colon irritable es funcional, es decir, un trastorno en el cual los síntomas se deben a la disfunción del intestino y no a un problema estructural como el cáncer. Se estima comience en la adolescencia o a principios de la vida adulta y es dos veces más común en las mujeres que en los hombres.
El Dr. Víctor Hugo Córdova Pluma, Miembro del Movimiento Nacional Ciencia en Obesidad, indica que: “Las causas exactas del trastorno de intestino irritable son desconocidas, sin embargo, contribuyen contracciones musculares en el intestino, el sistema nervioso, inflamación intestinal, infecciones graves y alteraciones en la microflora del intestino”.
Aunque los síntomas del intestino irritable son diversos, los más frecuentes son:
- Dolor abdominal, cólicos o hinchazón que se alivian total o parcialmente al evacuar.
- Exceso de gases.
- Diarrea o estreñimiento (a veces episodios alternados).
- Mucosidad en las heces.
Para un diagnóstico preciso se recomienda acudir con el médico para que revise los síntomas y antecedentes médicos. Así otorgara un tratamiento que más se adecue a los síntomas del síndrome de intestino irritable como puede ser cambios en la alimentación y estilo de vida, medicinas, probióticos o incluso terapias de salud mental.
Es considerado como un malestar no peligroso para la salud pero si puede llegar a ser molesto para la persona que lo padece porque existe la posibilidad de que los síntomas se agraves hasta llegar en ocasiones a ser incapacitante y causar ausentismo laboral.