De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) continúa siendo uno de los mayores problemas para la salud pública mundial, este virus ataca el sistema inmunitario y debilita los sistemas de defensa contra las infecciones y contra determinados tipos de cáncer. Cuando se encuentra en una de las fases más avanzadas de la infección se denomina como síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA).
Hasta la fecha se sigue buscando una solución para eliminar completamente el virus, sin embargo durante los años 2000 y 2018 las infecciones por el VIH disminuyeron en un 37% esto se debe a los esfuerzos realizados por los programas nacionales de prevención para el VIH y el apoyo del sector gubernamental y las asociaciones internacionales.
Una de las poblaciones que se ha visto más afectadas por el VIH son hombres que tiene sexo con otros hombres, aquellos que utilizan drogas inyectadas, las personas que se dedican al trabajo por sexo comercial y personas transgénico. En algunos casos se puede adquirir el virus mediante la transfusión sanguínea, sin embargo existen leyes que obligan a los bancos de sangre, laboratorios y hospitales a analizar todas las sangres en las transfusiones, también en nuestro país existe un tratamiento que se administra a las mujeres embarazadas infectada por VIH para reducir en forma significativa la posibilidad de que el bebé nazca infectado.
No obstante, Alaín Pinzón, internacionalista y activista por los Derechos Humanos, coordinador del grupo de apoyo VIHveLibre, señala que a pesar del esfuerzo que hacen las autoridades, aún persisten estigmas que disminuyen la posibilidad de que las personas acudan a hacerse la prueba de detección; cuando piden permiso en sus trabajos para asistir a sus consultas, en el caso de estar bajo Tratamiento Antirretroviral (TAR). Situaciones como estas complican la adecuada atención de la enfermedad y por tanto pueden llegar a asociarse con más muertes. La misma situación se repite cuando algunos empleadores se enteran de que tienen personal atendido en un CAPASITS.
Cifras de la Encuesta Nacional sobre Discriminación Por Motivos de Orientación Sexual e Identidad de Género, realizada en el 2018 por el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED), señalan que al 25% de la población entrevistada (en este caso mujeres y hombres trans, mujeres y hombres bisexuales, lesbianas y gays) se les negó de manera injustificada algún derecho como la atención médica o entrega de medicamentos, al igual que la recepción de apoyos de entregas gubernamentales y este sector el 53% de las mujeres trans han enfrentado dicha situación, siendo las más discriminadas.
“El acceso a la innovación en el tratamiento es una realidad, pero debe extenderse hacia el buen trato y el respeto a la dignidad humana. El diagnóstico oportuno y la vinculación a tratamiento de VIH deben estar libres de discriminación”, enfatizó el activista.
Por otra parte, a nivel estructural, la latente ruptura en la cadena de abasto de antirretrovirales ocasionada por diversos factores al interior del sistema de salud, así como la centralización de los servicios de salud, pueden ser un factor de riesgo que enfrentan quienes viven con el virus.
“La mayoría de las unidades autorizadas para brindar servicios de salud a quienes viven con el diagnóstico, como los CAPASITS, que cuentan con los medicamentos que necesitan las diferentes comunidades, sólo están en las ciudades de mayor prevalencia; lo que hace que muchas personas tengan que viajar cada mes entre dos y 12 horas en algunos estados para ir por sus medicamentos, citas médicas o realizarse estudios de seguimiento, con consecuencias graves en la adherencia al tratamiento”, señaló Pinzón.
Lo que también es una realidad en el mundo y no solo en nuestro país es que la mayoría de las personas portadoras de este virus de inmunodeficiencia humana no saben que contrajeron el VIH, por lo que se pretende seguir intensificando las detecciones oportunas y en el mejor de los casos generar conciencia entre toda la población sobre la prevención ya que es una enfermedad que no distingue edades ni sexo.
Para los siguientes años la OMS segura trabajando para que en el mundo el índice de VIH y SIDA disminuyan significativamente como se ha visto hasta la fecha, por lo que pretende que uno de los objetivos de la agenda 2030 que es poner fin a la amenaza para la salud pública que representa la epidemia de este virus del SIDA, por lo tanto hace un llamado a todas las organizaciones e instituciones públicas y privadas para disminuir el índice de muertes por el VIH, realizar las pruebas de detección oportuna y aplicar el tratamiento correspondiente; seguir con las campañas de concientización para una prevención oportuna, además de poder acabar con la discriminación hacia este tipo de pacientes y seguir buscando innovación terapéutica para este tipo de virus.
[1] CONAPRED; Encuesta Nacional sobre Discriminación por Motivos de Orientación Sexual e Identidad de Género 2018, consultada el 25 de noviembre de 2019. https://www.conapred.org.mx/userfiles/files/Presentacioon_ENDOSIG_16_05_2019.pdf