Esta semana, un equipo internacional de investigadores ha publicado en Science un trabajo sobre un nuevo análisis de sangre que puede ayudar a detectar en una fase menos avanzada ocho tipos comunes de cáncer.
Después de probar su método en más de mil pacientes calcularon que para cinco de estos tumores (ovario, hígado, estómago, páncreas y esófago), para los que en casos de riesgo medio no existen pruebas disponibles, la sensibilidad del test variaba entre el 69% y el 98%.
También había diferencias dependiendo de la fase de la enfermedad evaluada. En la fase II, cuando el tumor aún no es muy grande y sigue localizado, la sensibilidad fue del 73%. En la primera fase, la sensibilidad media era del 43%, aunque variaba entre el 100% para cáncer de hígado y el 20% para cáncer de esófago. Los otros tumores que se pueden identificar con la nueva prueba son de mama, colon y pulmón.
Otra de las ventajas del análisis de sangre presentado hoy, bautizado como CancerSEEK, es que a partir de unas proteínas que se emplean como marcadores, puede identificar el órgano en el que se encuentra el tumor. Eso no es posible con las biopsias líquidas actuales que se basan únicamente en un análisis genómico. Por último, también es importante que la técnica es muy específica, algo que evitará casi por completo los falsos positivos.
El precio de este test único para buscar rastros de ocho tipos de cáncer a la vez rondaría los 500 dólares según sus creadores, una cifra inferior a pruebas para un solo tipo de tumor como la colonoscopia.
Como otras pruebas de diagnóstico precoz, el CancerSEEK tendrá que demostrar que detectar la presencia del cáncer se va a traducir en un incremento de la supervivencia. “Para establecer la utilidad clínica del test y demostrar que puede salvar vidas son necesarios estudios prospectivos de todos los tipos de cáncer analizados en un grupo grande de población”, reconoce Joshua Cohen, investigador de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins de Baltimore (EE UU).