
Acapulco, Gro. — Tras el devastador paso del huracán Otis, Grupo Mundo Imperial no solo se convirtió en un actor clave para la recuperación de sus propiedades, sino en un referente de resiliencia y liderazgo para todo Acapulco. Así lo compartió en entrevista con Notiexpos y Congresos el Lic. Seyed Rezvani, CEO del grupo, quien destacó que la crisis, aunque retadora, también abrió una oportunidad única para reinventar la hospitalidad y el turismo en la Riviera Diamante.
Un reto transformado en oportunidad
“Todo ha sido un reto desde el primer momento”, reconoce Rezvani. La prioridad fue mantener la fuerza laboral de más de 2,300 colaboradores, mientras se trabajaba en reactivar el turismo de reuniones, el primero en recuperarse tras desastres naturales a nivel mundial.
Con una meta clara, Grupo Mundo Imperial se comprometió a reabrir sus puertas en febrero de 2024, apenas 110 días después del impacto del huracán, logrando celebrar el Abierto Mexicano de Tenis, uno de los eventos deportivos más televisados del mundo. Esta hazaña, que otros destinos han tardado años en alcanzar, demostró la capacidad de organización, enfoque y resiliencia de su equipo.
Inversión histórica y renovación integral
El proceso de reconstrucción no solo implicó recuperar lo perdido, sino reinventar el futuro. Rezvani detalló que los daños ascendieron a más de 153 millones de dólares, de los cuales ya se han invertido alrededor de 110 millones en infraestructura, tecnología y mejoras en la experiencia de los huéspedes.

Entre las renovaciones destacan instalaciones eléctricas y sanitarias de última generación, sistemas de aire acondicionado, ventanas con cristales anti-huracán y remodelaciones completas en habitaciones y áreas comunes. Además, se han potenciado las experiencias gastronómicas y de bienestar, con nuevos conceptos como el restaurante japonés Mahō, el italiano Molino, un spa con cámara de hidroterapia y flotadores de sal, así como la apertura de espacios innovadores para la convivencia.
Un nuevo Acapulco
Para Rezvani, Otis marcó un antes y un después: “Este fenómeno obligó a Acapulco y a su gente a remodelar y replantear su producto turístico. Ha sido una bendición disfrazada que abre la puerta a nuevas inversiones y proyectos.”
Con la participación de Fonatur en la reorganización urbana, el empresario confía en que el destino fortalecerá su oferta con infraestructura renovada, atracciones frescas y una visión más sostenible, alineada a las demandas del viajero actual.
Turismo de reuniones, motor de recuperación
El turismo MICE sigue siendo el gran diferenciador de Mundo Imperial. Con más de 2,000 habitaciones, un centro de convenciones, dos centros de espectáculos y campos de golf, el complejo ofrece lo que pocos destinos pueden: centralizar la logística de grandes congresos en un solo lugar.
“Lo que tiene Mundo Imperial, nadie lo tiene”, asegura Rezvani, recordando cómo convenciones nacionales e internacionales han duplicado y hasta triplicado su capacidad tras elegir Acapulco como sede.
Proyectos a futuro
El grupo no se detiene. Entre sus planes destacan la construcción de un hospital en el Princess, el desarrollo de un parque acuático, la reinvención de la icónica tirolesa con un concepto nocturno gastronómico sobre la bahía, y la apertura de departamentos tipo loft y vacacionales en la Torre Princesa, adaptándose a nuevas tendencias como el auge de plataformas tipo Airbnb.
Invitación al turista nacional e internacional
Consciente de la importancia de recuperar la confianza de los viajeros, Rezvani envió un mensaje contundente:
“Acapulco necesita turistas, y está listo para recibirlos. La hospitalidad y calidez de su gente son incomparables. Quien nos visite, encontrará hoteles completamente remodelados y un destino con un espíritu renovado. Aquí no solo se viene a descansar, se viene a vivir la esencia de México.”
