Con respecto al 8 de marzo, una fecha para celebrar el Día Internacional de la Mujer como todos los años, con el objetivo de concientizar a la población en general sobre los logros que ha tenido el género femenino durante las últimas décadas, así como retomar con más fuerzas las demandas de inclusión e igualdad de género en diversos aspectos de la sociedad (educación, trabajo, salud, en lo familiar, social, entre otros); y poder eliminar la violencia que ha sufrido la mujer durante muchos años.
Si bien la Organización Mundial de la Salud (OMS) para este año ha elegido el tema centrado en: “Soy de la Generación de Igualdad: Por los Derechos de las Mujeres”, con la finalidad de empezar a marcar una diferencia y poder llegar al objetivo 5 de la agenda 2030.
Como cada año en nuestro país, se llevó a cabo la marcha que reúne a diferentes colectivos y grupos de mujeres para demandar reconocimiento laboral, derechos a decidir en su sexualidad, maternidad y libertad, en solidaridad con las luchas internacionales y uno de los temas más relevantes que si bien ha existido por muchos años y han quedado impune son las muertes y desapariciones de mujeres por violencia; más a un durante estas últimas décadas la cifras de feminicidio están alcanzado números elevados en toda la República Mexicana.
Es un hecho que México se está caracterizando por la inseguridad que está viviendo en las últimas décadas; y todos sin excepción alguna estamos expuesto a sufrir un delito o acto violento, muestra de esto son las cifras que dio a conocer el INEGI durante el 2019 en un comunicado de prensa donde se menciona que en los últimos 12 años, constituyen el período de mayores defunciones por homicidio en la historia reciente del país. Sin embargo también se puede percibir un índice alto de mujeres asesinadas con mayor violencia y saña, en eventos donde se utilizan medios que producen un gran dolor, prolongan su sufrimiento antes de morir y sobre todo conllevan la aplicación de la fuerza corporal para someterlas.
Ante este panorama tan violento que estamos viviendo en todo el mundo pero principalmente en México hacia la mujer en su mayoría; este 9 de marzo se lleva un paro nacional denominado Un Día Sin Mujeres, el cual pretende que mujeres y niñas no asistan a sus trabajos, escuelas y no realicen compras. Así mismo también invita a no poner falta ni descontar el día a las mujeres que se sumen a esta iniciativa en los diferentes sectores donde laboran.
No obstante ha generado una gran discusión y conflicto en algunas personas por los diferentes puntos de vista que ha rodeado este movimiento desde el ámbito político, social, cultural, ético e incluso económico. Para ser un poco más objetivos con respecto a este tema, uno de sus diversos significados que se atribuye es poder generar conciencia de cómo sería una sociedad sin mujeres (si cada día matan o desaparecen a una de ellas) y generar este tipo de representación para lograr una mayor conciencia ante la sociedad, pero principalmente al gobierno y al sector de seguridad en el país. La cual no es una manera de esconderse por miedo a no enfrentarse a una realidad del país, sino más bien es una simulación masiva de la desaparición de la mujer y niña en el territorio mexicano y como sería si se continua con esta situación.
Por otro lado, hay establecimientos donde la mayor matricula de trabajadores son mujeres y esto representaría un cierre temporal, por lo tanto se han organizado para portar algo representativo en apoyo a la causa, que en este caso es el color morado que ha estado circulando en redes sociales gracias a su imagen de la convocatoria. Así entonces la decisión de faltar o no es personal y muchas empresas y compañías han expresado a través de redes sociales la solidaridad a sus trabajadoras para que decidan libremente.
Así también se debe tener presente que es una lucha de genero donde se está buscando la igualdad entre hombres y mujeres siendo estas últimas las más afectadas desde hace tiempo en diferentes formas. Por lo tanto no se debe olvidar buscar una igualdad donde se estipula que todos sin excepción alguna tienen los mismos derechos, deberes y obligaciones frente al Estado y la sociedad en su conjunto.
