En el Día Mundial de la Esclerosis Múltiple (EM), 31 de mayo, es importante hacer conciencia sobre las necesidades que tienen los pacientes para comprender la travesía de su condición, destacó la doctora Irene Treviño Frenk, neuróloga del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán” (INCMNSZ).
Explicó que es una enfermedad crónica, inflamatoria, que afecta la mielina, en la cual el sistema inmunitario se activa y ataca el sistema nervioso central, lo que ocasiona anomalías en múltiples funciones neurológicas, tales como problemas de coordinación del equilibro, debilidad, disminución de la visión o visión doble, sensación de adormecimiento, hormigueo o pinchazos en brazos o piernas, y en algunas veces alteración de la concentración y la memoria.
Se estima que en México existen alrededor de 15 a 20 mil personas que viven con este padecimiento.
La especialista indicó que son diversos tratamientos los que disminuyen la actividad de la enfermedad y el riesgo de que esta evolucione hacia la discapacidad. Todos ellos en mayor o menor medida, agregó, modifican la respuesta del sistema inmune y tienen distintas probabilidades de lograr control de la enfermedad y/o de provocar efectos adversos.
Con el tratamiento modificador de la enfermedad, precisó, se busca disminuir la probabilidad de que la EM progrese y disminuir la progresión de la discapacidad, con lo cual se espera lograr un impacto en la calidad de vida de las personas que viven con ella.
“Del total de pacientes identificados con EM, al menos 85% presentará Esclerosis Múltiple Remitente Recurrente, de allí la importancia de acudir con un neurólogo ante la primera sospecha, quien se basará en la historia clínica del paciente, en una exploración física e imágenes por resonancia magnética (IRM), entre otros, que le ayudarán a determinar el tratamiento ideal para cada paciente”, concluyó la doctora Treviño.
