
Los días 8 y 9 de agosto pasado el Colegio Mexicano de Nutrición Clínica y Terapia Nutricional (CMNCTN) llevó a cabo el evento La Nutrición Clínica como Política de Salud en México: Posicionamiento de CMNCTN, teniendo como foro la Academia Nacional de Medicina.
Tras destacar la relevancia de dicho evento, el Dr. Jorge Chirino Romo, quien fungió como maestro de ceremonia, cedió la palabra al Dr. Jorge Rosendo Sánchez Medina, vicepresidente del CMNCTN.
Al dar la bienvenida a los asistentes, tanto en la modalidad presencial y virtual, el Dr. Sánchez Medina señaló que el encuentro marca un punto crucial para la atención hospitalaria de nuestro país.
“Hoy nos convoca una causa, que ya no puede postergarse más, que es la integración plena y estructural de la nutrición clínica en el cuidado hospitalario de todos nosotros los mexicanos”, aseguró.
Se trata de un posicionamiento elaborado por el Colegio, que más que un documento técnico es un llamado a cambiar conciencias, a transformar la manera en que se brinda la atención médica y a colocar a la nutrición clínica como un eje esencial de pronóstico en la recuperación y la calidad de vida de los pacientes.
Lo que buscamos es que las personas hospitalizadas, agregó, reciban una atención nutricional segura, oportuna y efectiva para que su recuperación sea más rápida, con menos complicaciones y menor flujo de recursos, para que su egreso no sea el fin de una enfermedad sino el inicio de una vida con calidad.
“Estoy convencido que el primer paso que debemos dar es lograr que la norma haga obligatoria la inclusión de la nutrición clínica en la formación de la práctica médica desde la educación profesional hasta la práctica cotidiana”.
Esta alianza con la Academia no es casual, agregó, ya que representa la posibilidad de que este mensaje no solo llegue a los profesionales sino también a quienes toman decisiones en nuestro país y, eventualmente, en el diseño de una política pública.
Durante su intervención, la doctora Olga Gómez Santa María, presidente del CMNCTN, agradeció a la Academia Nacional de Medicina y, en particular al Dr. Raúl Carrillo Esper, su presidente, por abrir a las puertas de tan importante foro.
Vivimos en un momento decisivo para la salud pública en México, subrayó, ya que esta condición que se presenta en una proporción alarmante de pacientes en todos los niveles de la atención médica deteriora la salud de quienes la padecen y complica el manejo clínico de enfermedades agudas y crónicas.
No sólo genera un mayor riesgo de complicaciones y muerte, sino también incrementa los costos de atención y compromete la eficacia de todo el sistema de salud. “A pesar de su alta prevalencia y sus consecuencias demostradas, la desnutrición relacionada a la enfermedad permanece subdiagnosticada y subatendida, representa un desafío urgente para todos los actores del sector salud”.
Existe evidencia de que la nutrición clínica, dijo, es una herramienta efectiva para la recuperación y calidad de vida de los pacientes y su integración al sistema de salud es una estrategia indispensable.
Este foro es un punto de partida para transformar el reconocimiento y la atención a la desnutrición relacionada a la enfermedad como una prioridad pública. Contamos con el respaldo de comunicades científicas y el consenso de expertos que han delineado siete ejes estratégicos para avanzar con pasos firmes y coordinados.
“Invito a todas las autoridades, profesionales y tomadores de decisiones aquí presentes a sumarse a este compromiso e impulsar políticas claras, asignar recursos necesarios y garantizar que la nutrición clínica deje de ser un aspecto marginal para convertirse en un pilar fundamental del sistema nacional de salud”.
El reto es grande, apuntó, pero la oportunidad de impacto es aún mayor. “Es momento de actuar, con visión, equidad y eficacia para que México ofrezca a sus ciudadanos la atención que se merece y que la ciencia respalda”.
Nutrición Clínica y el CMNCTN
Al hablar sobre la Importancia de la Nutrición Clínica y el CMNCTN como factor de cambio, la Dra. Gómez Santa María, señaló que la nutrición clínica es el resultado de una nueva visión en la forma en que el paciente debe ser alimentado, estableciendo una relación cercana entre la malnutrición y la enfermedad.
Destacó que la nutrición clínica es una disciplina autónoma que se ocupa de la prevención, el diagnóstico y el manejo de los cambios nutricionales y metabólicos, relacionados con enfermedades agudas y crónicas causadas por la falta o el exceso de energía y nutrientes, integrando la nutrición y la medicina.
En este contexto, nuestros hospitales enfrentan un doble desafío: pacientes que llegan desnutridos y pacientes que se desnutren durante su estancia. Según la OMS entre 30% y 50% de los pacientes hospitalizados presentan desnutrición. Hasta un tercio de ellos ingresan al hospital ya desnutridos o en riesgo de desnutrición y uno de cada 10 pacientes con buen estado nutricional desarrolla desnutrición durante su estancia hospitalaria debido a múltiples factores.
La atención nutricional es un derecho humano fundamental. El derecho a la salud es indisociable del derecho a una nutrición adecuada, especialmente durante la enfermedad. Negar el acceso a un cuidado nutricional oportuno es una falta ética y una violación de este derecho.
Tratar una enfermedad sin abordar la desnutrición es dejar el tratamiento incompleto, ya que un paciente desnutrido presenta complicaciones como una mala cicatrización, inmunosupresión, retraso en la recuperación quirúrgica y una inadecuada respuesta al tratamiento.
La nutrición clínica no es un complemento, es todo un proceso de atención con tratamientos específicos. Es la base metabólica que permite que todas las demás intervenciones optimicen su efectividad.
Contamos con expertos en nutrición clínica de diversas disciplinas, sin embargo, nos faltan procesos estandarizados como el tamizaje universal, el acceso a insumos y recursos humanos y materiales debido a presupuestos limitados, así como el reconocimiento a la nutrición como una alta prioridad clínica y no como un servicio secundario.
Reiteró que un soporte nutricional adecuado reduce la mortalidad, disminuye las complicaciones infecciosas, acorta la estancia hospitalaria y reduce las tasas de reingreso. México aún no ha hecho de la nutrición clínica una prioridad nacional. Estos desafíos resaltan la necesidad de normativas específicas para asegurar la implementación de prácticas nutricionales estandarizadas y la capacitación continua del personal de salud.
La desnutrición relacionada con la enfermedad es una epidemia silenciosa en México. Sólo 42% de los pacientes en México fueron pesados al ingresar, frente a 54% a nivel internacional. Uno de cada tres fue informado sobre su estado nutricional y solo 29% sobre sus opciones de atención.
Aunque más del 49% comió menos de lo normal antes de ingresar, sólo 37.6% recibió atención nutricional. México registra una menor proporción de pacientes pesados en la admisión, lo que podría reflejar un subregistro de desnutrición.
El problema, precisó, no es la falta de evidencia, sino de integración y priorización sistemática, por lo que definió los pasos iniciales para el Sistema de Salud: Definir funciones específicas según la formación y experiencia de cada profesional de salud, implementar modos de trabajo interdisciplinario, asegurando la colaboración entre nutriólogos, médicos, enfermería, químicos y otros profesionales.
Capacitar al personal de enfermería y médicos en la detección de riesgo nutricional, Optimizar el uso de herramientas tecnológicas (expediente electrónico) para mejorar la comunicación entre los equipos clínicos, Incorporar auditorías internas para evaluar la demanda de atención nutrición y ajustar la distribución del personal.
Los pacientes que se nutren mejor se recuperan mejor. Imaginemos por un momento un sistema hospitalario donde cada paciente es tamizado, donde la terapia nutricional es priorizada con el mismo rigor que otras terapias y donde buscar un buen estado nutricional es parte esencial del tratamiento. Este es el sistema que debemos construir.
La solución no es solo la presencia de un especialista aislado, sino la consolidación de Equipos de Soporte Nutricional (ESN), donde médicos, enfermeros, nutriólogos clínicos y otros profesionales de la salud trabajen de manera coordinada.
Es necesario incorporar el tamizaje nutricional obligatorio en las primeras 24 horas, este es el primer paso para implementar el Proceso de Atención Nutricional (PAN), un método estandarizado que guía toda la intervención, desde la evaluación hasta el monitoreo.
El Colegio Mexicano de Nutrición Clínica y Terapia Nutricional es una comunidad técnica, nacional e interdisciplinaria que puede liderar esta transformación, que cuenta con reconocimiento nacional e internacional, que agrupa a expertos en la materia.
Posicionamiento del CMNCTN
En el segundo día del evento La Nutrición Clínica como Política de Salud en México: Posicionamiento de CMNCTN, el Dr. Raúl Carrillo Esper, presidente de la Academia Nacional de Medicina, señaló que siempre ha existido un gran interés en el tema de la nutrición en México, como Academia hemos trabajo de cerca con el Instituto Nacional de Salud Pública, con énfasis en todos los determinantes comerciales que están condicionando la mala nutrición.
El otro aspecto que poco se ha tratado, apuntó, es la nutrición clínica, de ahí la relevancia de esta reunión de la cual emanará un documento desarrollado por el propio CMNCTN, que se hará llegar a los tomadores de decisiones.
Después de escuchar las exposiciones presentadas por los expertos invitados durante los dos días del encuentro, la Dra. Gómez Santa María dio lectura al resumen ejecutivo del posicionamiento Colegio Mexicano de Nutrición Clínica y Terapia Nutricional sobre la Nutrición Clínica como Política de Salud en México Posicionamiento del CMNCTN, el cual se cita a continuación:
La desnutrición relacionada con la enfermedad representa una emergencia silenciosa y persistentemente subestimada dentro de los sistemas de salud. Afecta entre el 30 y 50% de los pacientes hospitalizados, impactando negativamente tanto la eficiencia institucional como el respeto al derecho fundamental a la salud.
Esta condición, que a menudo pasa desapercibida o subestimada, se asocia con un aumento significativo en la morbimortalidad y costos hospitalarios; además, perpetúa desigualdades, afectando particularmente a grupos vulnerables como adultos mayores, población pediátrica, personas con enfermedades agudas o crónicas, aquellos con estancias hospitalarias prolongadas y comunidades marginadas.
La falta de estrategias integrales para la detección, prevención y tratamiento oportuno de la desnutrición relacionada a la enfermedad tiene consecuencias graves y multidimensionales. Los pacientes afectados tienen 3.4 veces más probabilidades de fallecer, duplican su estancia hospitalaria y representan un incremento del 30% en el costo promedio de la hospitalización.
Asimismo, se elevan los riesgos de complicaciones asociadas a la atención médica. Estos efectos no sólo comprometen la vida y el bienestar de los pacientes, sino también amenazan la sostenibilidad financiera de los sistemas de salud y profundizan las inequidades. Frente a esta realidad, la evidencia internacional es contundente: organismos como la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, la Sociedad Europea de Nutrición Clínica y Metabolismo, la Sociedad Americana de Nutrición Parenteral y Enteral, y la Federación Latinoamericana de Terapia Nutricional, Nutrición Clínica y Metabolismo coinciden en que la atención nutricional debe ser un pilar esencial, indelegable y costo efectivo dentro de cualquier sistema sanitario. Ignorar la desnutrición relacionada a la enfermedad implica aceptar resultados clínicos subóptimos, gastos innecesarios y la vulneración sistemática del derecho a la salud.
En México, pese a los esfuerzos comunicatorios interseccionales para prevenir la desnutrición, sigue siendo una problemática invisible en el entorno hospitalario. Esta invisibilidad limita el avance hacia sistemas de salud más eficientes, justos y de calidad, además de mantener barreras estructurales que perpetúan la exclusión y la inequidad.
Ante este escenario, el Colegio Mexicano de Nutrición Clínica y Terapia Nutricional hace un llamado urgente a posicionar la atención nutricional como una prioridad en la agenda nacional de salud pública y política sanitaria. Propone hacerlo mediante siete ejes estratégicos fundamentales:
- Reconocer la atención nutricional como un derecho.
- Reconocer a la nutrición clínica como disciplina científica e interdisciplinaria.
- Priorizar la atención nutricional en la política pública y normar su implementación efectiva.
- Implementar la atención nutricional para mejorar resultados clínicos y la eficiencia institucional.
- Garantizar atención nutricional segura, efectiva y de calidad en hospitales.
- Profesionalizar y certificar al personal de salud de nutrición clínica y fomentar la certificación de instituciones.
- Fortalecer el enfoque interdisciplinario y colaborativo en hospitales.
La evidencia demuestra que invertir en nutrición clínica es una de las intervenciones más costo efectivas para reducir complicaciones, optimizar recursos y garantizar el derecho a una atención digna y de calidad a todas las personas.
En línea con ello, se hace un llamado a la acción al Gobierno de México, a la Secretaría de Salud; se convoca al poder legislativo, a la academia, a las organizaciones civiles y al sector privado a sumar esfuerzos para que se reconozca e institucionalice la nutrición clínica como parte fundamental del modelo de atención hospitalaria en México.
Sólo mediante este compromiso conjunto será posible construir un sistema de salud más equitativo, eficiente y humano, que garantice el bienestar y la dignidad de todas las personas.