El reto de Cuidar a Grupos Vulnerables

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El mundo ha experimentado cambios profundos, una de las principales manifestaciones son el cambio climático y la aparición de nuevas enfermedades sumado a esto la mayor frecuencia de eventos catastróficos provocados por el hombre, como las guerras, migraciones masivas y la contaminación ambiental, todo esto provoca inseguridad social, económica y alimentaria, e incertidumbre a nivel global, e irremediablemente existen consecuencias en la salud humana, este contexto de crisis provoca estrés en las comunidades, especialmente las más vulnerables.

La Organización de las Naciones Unidas, menciona que la vulnerabilidad, hace referencia, al proceso de implicaciones multidimensionales, el cual, confluye en la posibilidad de que un individuo o comunidad pueda ser lesionado o dañado, por los posibles cambios adversos en su calidad de vida, o ante la permanencia de situaciones externas e internas que resulten dañinas, identificando como sujetos de atención a las personas afrodescendientes, aquellas víctimas de la esclavitud, los migrantes, las personas pertenecientes a minorías nacionales, étnicas, religiosas o lingüísticas, personas de la comunidad LGBTTTIQ+, aquellas que viven en la pobreza extrema, las mujeres, personas discapacitadas y adultos mayores.

La vulnerabilidad, afecta no solo a la dignidad humana, sino atenta contra los derechos y garantías fundamentales, de las personas, de los grupos, las comunidades, y sociedades en general, por ejemplo, la condición de vulnerabilidad y discriminación en la que se encuentra la comunidad LGBTTTIQ+ es producto del carácter histórico donde prevaleció la heterosexualidad y el cissexismo.

En este sentido, la valoración del contexto en que las personas y comunidades se desarrollan ha sido tema fundamental para la profesión de enfermería desde Nightingale, esto favorece una visión integral, sistémica y compleja del cuidado, dado la multiplicidad de factores que considera el entorno (ambiente natural, cultural, social y político), las que se abordan conceptualmente desde el metaparadigma de la disciplina. De acuerdo con Kurth y Potter, los profesionales de enfermería cuentan con el conocimiento y habilidades para participar en un movimiento global para el cambio en favor de la salud del planeta.

La Organización Mundial de la Salud calcula que para alcanzar en 2030 el Objetivo Tercero del Desarrollo Sostenible relacionado con la Salud y el Bienestar, se requerirán al menos nueve millones de enfermeras y parteras, por lo que invertir en el personal de Enfermería podría ser, según la OMS, una enorme contribución a la expansión de la cobertura sanitaria universal con elevada calidad, sería una oportunidad para que los estados y gobiernos muestren qué tanto valoran a sus enfermeros no desde el discurso sino desde acciones concretas que provean a los servicios sanitarios de los recursos humanos en calidad y cantidad para satisfacer las necesidades de salud de los países y sobre todo de los grupos vulnerables.