Instituciones de educación superior se mantendrán como espacios obesogénicos

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Tras dar a conocer la decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) al conceder el amparo a la Compañía Embotelladora Del Fuerte, la organización civil Poder del Consumidor lamentó el falló, y reiteró el riesgo que implica otorgar el amparo para comercializar libremente sus productos en Instituciones de Educación Superior.

Acto que ocurre, se añadió, a pesar de la declaratoria de emergencia y el supuesto compromiso del gobierno para fortalecer las acciones que le hacen frente a la epidemia de obesidad y diabetes enmarcada en la Estrategia Nacional para la Prevención y Control del Sobrepeso, la Obesidad y la Diabetes (ENSOD).

Con ello, se argumentó, los lineamientos que regulan la oferta y expendio de alimentos en el Sistema Nacional establecidos por la Secretaría de Salud y la Secretaría de Educación en 2014 con la intención de generar espacios saludables serán revocados parcialmente.

“Este hecho sienta el precedente para que empresas comercializadoras de comida chatarra y bebidas azucaradas vendan sus productos con respaldo legal en estos espacios”, sentenció el organismo.

La evidencia científica es contundente, apuntó, no solo en mostrar los daños a la salud del consumo frecuente de bebidas azucaradas, sino también en mostrar que la inadecuada oferta alimentaria en las universidades tiene un papel importante en el desarrollo de sobrepeso y obesidad entre los jóvenes.

Sostienen que al modificar el ambiente, de obesogénico a saludable, en estos planteles sería posible reducir el riesgo de desarrollar sobrepeso y obesidad en la edad adulta. De acuerdo a las estadísticas la presencia de sobrepeso y obesidad entre los adolescentes se duplica en la adultez (de 36.9 a 72.5% según la ENSANUT MC 2016), lo que indica que existe una ventana de oportunidad para prevenir el problema.

“La acción por parte de la SCJN constituye un retroceso para la salud pública del país, a costa de los intereses de una gran industria que ha demostrado un doble discurso: por un lado, simula estrategias de educación a la población y por el otro cabildea para invalidar regulaciones que afectan sus ventas”, concluyeron.