Es una enfermedad pulmonar progresiva (EPOC por sus siglas en inglés), y con el tiempo hace que sea difícil respirar. Debido a que es asintomático en la mayoría de los casos se detecta en etapas avanzadas de la enfermedad; durante el 2017 en el país se encontraba entre la cuarta y sexta causa de morbi-mortalidad anual de la población, de acuerdo con el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias y además demostraron que la prevalencia era igual entre hombres y mujeres.
Es una enfermedad no transmisible que se está intentando prevenir entre la población, porque representa un gran impacto socioeconómico en el mundo. Sin embargo cuando ya se padece de este mal respiratorio no tiene cura, por lo que se considera una enfermedad crónica, causando discapacidad grave a largo plazo hasta llegar a la muerte.
Se debe tener en consideración que la dificultad para respirar no es algo normal y menos son síntomas de envejecimiento. Cuando se tiene tos constante, disnea, infecciones respiratorias frecuentes, fatiga, un sonido silbante y chillón durante la respiración o la producción de una gran cantidad de mucosidad son algunos síntomas de la EPOC.
Algunos factores de riesgo para desarrollar la enfermedad pulmonar progresiva son:
- En primer lugar se encuentra el tabaquismo, esto porque el humo debilita las defensas de los pulmones.
- Exponerse demasiado tiempo a un aire contaminado, así como a polvos y humos irritantes
Actualmente existen varios tratamientos para frenar el avance del EPOC en las personas, aunque el más importante es la prevención e información de la enfermedad, para crear conciencia sobre al peligro que se están exponiendo. Uno de los más importantes y menos costos es dejar de fumar, ya que retrasa la evolución de la enfermedad y reduce la mortalidad por la enfermedad.
Entre las demás opciones que se encuentra son los broncodilatadores, metilxantinas, oxigenoterapia y en esta temporada donde los cambios de temperatura afectan demasiado la salud, en especial aparecen enfermedades respiratorias se recomienda aplicar la vacunación adecuada para prevenir la incidencia en número de exacerbaciones y hospitalizaciones
