Propuesta de la SCJN agudizará ambiente obesogénico

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La organización civil El Poder de Consumidor manifestó su preocupación ante el riesgo de que se agudice la emergencia epidemiológica por obesidad y diabetes en México, como resultado del proyecto emitido por la ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Margarita Beatriz Luna Ramos, para conceder el amparo a la Compañía Embotelladora Del Fuerte con el propósito de abolir los lineamientos para alimentos y bebidas en las instituciones de educación superior.

Decisión que se torna preocupante, sostiene la organización civil, si se toma en cuenta que 70% de la azúcar añadida en la dieta de los mexicanos proviene de las bebidas azucaradas. De acuerdo a la ministra los estudiantes que se encuentran en estas instituciones son adultos y pueden tomar elecciones informadas.

Conclusión que ha decir de Julio Salazar, coordinador jurídico de dicho organismo, reproduce los argumentos que enarbolan las propias refresqueras contra la regulación, mismos que han presentado en México, Estados Unidos, Colombia, Sudáfrica, etcétera.

La propia OMS, aseguró, ha advertido cómo dichos razonamientos están en contra de la evidencia científica, y responden a los intereses económicos de la industria.

Mencionó que entre los motivos, insostenibles, que expone la ministra Luna en su propuesta se encuentran: que no está demostrado que las bebidas y los alimentos regulados en los lineamientos estén relacionados con daños a la salud.

En segunda instancia, añadió, presenta como una alternativa educar en buenos hábitos alimentarios, desconociendo el papel determinante que puede dejar el ambiente obesogénico. Este es el discurso de la industria: la educación. Invierten miles de millones de pesos en publicidad, patrocinios, cabildeo, etcétera.

Cuánto se puede invertir en educar, y cuánto están invirtiendo ellos en publicidad, preguntó el coordinador jurídico.

Por su parte, Fiorella Espinosa, coordinadora de investigación de El Poder del Consumidor, enfatizó, que el proyecto establece que la obesidad debe combatirse por medio de la educación, pero desconociendo que la evidencia existente demuestra que por encima de la educación son los entornos los que determinan los hábitos, “desconociendo que los ambientes obesogénicos son la principal causa de estas epidemias de sobrepeso, obesidad y diabetes”.

La reducción en el consumo promedio, sentenciaron, de bebidas azucaradas en México es urgente ya que ha sido uno de los más altos del mundo, y ese consumo promedio es suficiente para aumentar el riesgo de obesidad en 60% y la diabetes en más de 20%.

Se destacó que de ser positiva la decisión de la SCJN al proyecto de sentencia de Luna Ramos, contribuirá al mantenimiento del ambiente obesogénico en el país y a la epidemia de sobrepeso, obesidad y diabetes que ha sido decretada como emergencia epidemiológica, colapsando totalmente el sistema de salud del país.

El discurso de la ministra, resaltaron, ignora los costos sociales y económicos que tiene el ambiente obesogénico resultante en un alto consumo de comida chatarra y de bebidas azucaradas en una población próxima a ser productiva y de gran influencia para las futuras generaciones.

En su opinión, los esfuerzos por parte de las autoridades involucradas deberían encaminarse a retomar temas pendientes y garantizar el cumplimiento de lo establecido en las leyes, como es el caso de la instalación de bebederos en todas las escuelas, públicas y privadas, así como la prohibición de publicidad de bebidas y alimentos de bajo valor nutricional en las escuelas como desde 2015 lo indica la Ley General de Salud.

Para quien desee consultar los estudios que prueban la relación del consumo de bebidas azucaradas con daños a la salud, ingresar al sitio: http://bit.ly/2j22WL1.